Rareza, soledad y blue monday

Azul. El color de la calma, la confianza y la armonía. Pero también de la tristeza, como le gusta recordarnos a nuestra querida Lana. Un color que apenas llevo en la ropa, pero que me encanta en las uñas y en la sombra de ojos.

He hablado mucho de las ventajas de ser diferente, pero también tiene sus inconvenientes. El más difícil de llevar es probablemente la soledad, y quería hablar de esto hoy, que es Blue Monday.

Sentirte incomprendida, incapaz de encajar o no representada puede provocar que te aísles. A mí me ha pasado. Sé lo que es pensar que no pertences a ningún lugar y fui incapaz de encontrar el mío durante mucho tiempo. Por eso hago lo que hago.

Cuando una se siente sola, busca conexión. Las conexiones más significativas se producen cuando haces click con otros, cuando encuentras tu tribu. Y, para eso, tu rareza es fundamental.

Sería imposible tener una relación sana con alguien que no te acepta y no te deja espacio para ser tú. Por eso, aunque el rechazo duela, es mejor alejarse de las personas que te hacen sentir de esta manera y dejar de complacerlas a costa de tu felicidad.

El objetivo es conectar desde la autenticidad y el amor propio. Y eso tiene que ver con (lo has adivinado) tu rareza. Es una herramienta útil para guiarte hacia tu gente y filtrar las conexiones vacías. Una herramienta para ser vista y escuchada. Una herramienta para vencer la soledad.

 
 
Next
Next

Ser extranjera en todas partes me ha enseñado a aceptar mi singularidad